8/19/2013

Coordinadora Nacional para la Defensa del Manglar investiga la muerte de cangrejero en Puerto Bolívar.


Comunicación: C-CONDEM.

A las 10,30 horas de la mañana del miércoles 14 de agosto, el recolector de cangrejos  y conchas, Heriberto Antonio Hidalgo Bazurto, de 51 años de edad, murió electrocutado en el Estero Nuevo Pilo, en Puerto Bolívar (El Oro), en las cercas de alambre electrificadas de una camaronera adyacente.

Alfredo Simón Hidalgo, primo del fallecido, relató como Heriberto en la ejecución de sus faenas, se encontraba metido en el lodo tratando de recolectar conchas, y  al intentar salir del lugar se tropezó y cayó en una cerca eléctrica recibiendo una descarga de 220 voltios, muriendo fulminado y quedando colgado de la cerca sin signos vitales.



Ante el suceso, Alfredo intentó sin éxito rescatar a su familiar, embarcándose en un bote con el cual se dirigió al muelle del Barrio 4 de Abril, en Puerto Bolívar, donde informó a compañeros de labores y familiares sobre la tragedia. Notificados del incidente, el Cuerpo de Bomberos junto con miembros del Batallón de Infantería Jambelí y de la Armada del Ecuador, rescataron el cadáver.



La noticia de la muerte de “Beto”, como cariñosamente lo conocían a Heriberto, se regó como pólvora en el barrio 4 de Abril y sus alrededores, tanto que sus familiares y cientos de vecinos se apostaron en los exteriores del muelle, mientras que otro grupo se dirigió a la camaronera con el fin de exigir justicia.



Luego de dos horas aproximadamente, personal de la BIMJAM y varios comuneros embarcaron el cadáver en un bote, para luego trasladarlo al muelle del barrio 4 de Abril. Allí se vivieron escenas desgarradoras, sus familiares desconsolados rodearon el cuerpo de Heriberto, y se mostraron incrédulos ante la muerte de su ser querido.

El cuerpo fue llevado en una ambulancia del Cuerpo de Bomberos hacia la morgue del cementerio general, donde se le practicó la autopsia de ley.



La indignación cundió entre la población local por la muerte del cangrejo y la irresponsabilidad del dueño de la camaronera, Vinicio Lenin Ruíz Córdova al que conocen como “el chino”, por tener la cerca eléctrica activada en el día, siendo esto de gran peligro para los recolectores de cangrejos y conchas que trabajan en las orillas de las camaroneras y esteros. Heriberto, de origen humilde, deja mujer y cinco hijos en la orfandad.



Las 10 hectáreas de camaronera propiedad de Ruíz, están perimetrada por una cerca electrificada con corriente a 220 y una altura de metro y medio con intervalos de 20 centímetros entre alambres. Tras el incidente, la propiedad de la camaronera tuvo que ser rodeada con militares con el fin de impedir que la población local tomara la justicia por su mano.

La C-CONDEM exige a las autoridades gubernamentales la prohibición de electrificación de cercas en las zonas de manglar y la derogación de autorizaciones de portar armas para la industria del camarón.

El proyecto Yasuní siempre fue un asunto de ética política.


Por: Fernanda Solíz.

¿Y nos siguen pidiendo razones para no explotar el Yasuní?

Y nos interpelan a los ecologistas, a los indígenas, a los ciudadanos en resistencia… nos preguntan ¿qué hemos hecho?.... Nosotros les preguntamos a los burócratas, a los que son cuotas políticas cuidadosamente medidas, a los que son parte de un Estado que creció para garantizar, no la soberanía de los intereses nacionales, sino el mantenimiento del partido político… A ellos les preguntamos ¿cómo se siente tener la conciencia y la ideología encadenadas? …. ¿Cómo se siente?

Porque al final, no somos quienes llegan en camionetas del partido, o del gobierno, o del Estado… no somos quienes flamean banderas verdes pero no saben qué gritar…. No somos quienes asisten con el mensaje único de opacar la resistencia y de medir fuerzas…

Nosotros, seguimos y seguiremos en la militancia comprometida, llevando con ternura la resistencia. Seguimos y seguiremos con nuestros hijos, viajando por cada selva y cordillera, acompañando cada historia de violación de derechos humanos, permeándonos de indignación por lo que sucede más allá de la burbuja mediática…

Seguiremos con el activismo firme, con las palabras fuertes de denuncia, sin temor, sin ataduras, seguiremos revelando la realidad otra, esa de territorios en los que el Estado cedió su espacio a las multinacionales de turno.

Porque al final, nunca se necesitaron razones ni compensaciones económicas… El primer gran error, fue traducir el Yasuní a bonos y convertirlo en mercancía de canje… El proyecto Yasuní siempre fue un asunto de ética política… de coherencia discursiva, de soberanía de los pueblos…. Éste, era el primer paso al Buen Vivir, al no desarrollo, al anticapitalismo…

Pero acá, todo gira en torno al fortalecimiento y mantenimiento de una agenda política partidaria… no importa el Ecuador en tanto Estado, en tanto pueblo…. Sólo importa el partido político y su permanencia….
Por eso, les pregunto yo, ¿qué se siente?, ¿qué se siente vender la conciencia?.