Comunicación: C-CONDEM.
A las 10,30 horas de la mañana
del miércoles 14 de agosto, el recolector de cangrejos y conchas, Heriberto Antonio Hidalgo Bazurto,
de 51 años de edad, murió electrocutado en el Estero Nuevo Pilo, en Puerto
Bolívar (El Oro), en las cercas de alambre electrificadas de una camaronera
adyacente.
Alfredo Simón Hidalgo, primo del
fallecido, relató como Heriberto en la ejecución de sus faenas, se encontraba
metido en el lodo tratando de recolectar conchas, y al intentar salir del lugar se tropezó y cayó
en una cerca eléctrica recibiendo una descarga de 220 voltios, muriendo
fulminado y quedando colgado de la cerca sin signos vitales.
Ante el suceso, Alfredo intentó
sin éxito rescatar a su familiar, embarcándose en un bote con el cual se
dirigió al muelle del Barrio 4 de Abril, en Puerto Bolívar, donde informó a
compañeros de labores y familiares sobre la tragedia. Notificados del
incidente, el Cuerpo de Bomberos junto con miembros del Batallón de Infantería
Jambelí y de la Armada del Ecuador, rescataron el cadáver.
La noticia de la muerte de
“Beto”, como cariñosamente lo conocían a Heriberto, se regó como pólvora en el
barrio 4 de Abril y sus alrededores, tanto que sus familiares y cientos de
vecinos se apostaron en los exteriores del muelle, mientras que otro grupo se
dirigió a la camaronera con el fin de exigir justicia.
Luego de dos horas
aproximadamente, personal de la BIMJAM y varios comuneros embarcaron el cadáver
en un bote, para luego trasladarlo al muelle del barrio 4 de Abril. Allí se
vivieron escenas desgarradoras, sus familiares desconsolados rodearon el cuerpo
de Heriberto, y se mostraron incrédulos ante la muerte de su ser querido.
El cuerpo fue llevado en una
ambulancia del Cuerpo de Bomberos hacia la morgue del cementerio general, donde
se le practicó la autopsia de ley.
La indignación cundió entre la
población local por la muerte del cangrejo y la irresponsabilidad del dueño de
la camaronera, Vinicio Lenin Ruíz Córdova al que conocen como “el chino”, por
tener la cerca eléctrica activada en el día, siendo esto de gran peligro para
los recolectores de cangrejos y conchas que trabajan en las orillas de las
camaroneras y esteros. Heriberto, de origen humilde, deja mujer y cinco hijos
en la orfandad.
Las 10 hectáreas de camaronera
propiedad de Ruíz, están perimetrada por una cerca electrificada con corriente
a 220 y una altura de metro y medio con intervalos de 20 centímetros entre
alambres. Tras el incidente, la propiedad de la camaronera tuvo que ser rodeada
con militares con el fin de impedir que la población local tomara la justicia
por su mano.
La
C-CONDEM exige a las autoridades gubernamentales la prohibición de
electrificación de cercas en las zonas de manglar y la derogación de
autorizaciones de portar armas para la industria del camarón.
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